Que fácil era todo cuando, la mayor de la preocupaciones, era evitar que tu madre te riñera cuando, al volver de la playa, no te habías lavado bien los pies y le dejabas la entrada llena de arena. Cuando no querías hacer los malditos cuadernos "Santillana" o cuando no te dejaban salir a la calle antes de las cinco de la tarde porque tenias que hacer la digestión.
Hubo un tiempo, en que recorrer dos kilometros en bicicleta para ir a merendar en cualquier descampado,bajo algun pino "desperdigao", después de coger regaliz, era toda una aventura. Cuando a las doce de la noche ya no podías estar mas tiempo en la calle y resignado te obligaban a retirarte hasta el día siguiente.
O todos han crecido a mi alrededor y no se han dado cuenta, o este maldito "complejo de Peter Pan" que me posee, me hace añorar aún con más fuerza todos esos días.
¿Cuantas veces nos habremos colado en esa casa para recuperar una pelota, cuando jugábamos en la calle? Ahora todo se cae a cachitos, mientras las nuevas, fantásticas y maravillosas construcciones surgen como colonias de fastidiosas bacterias, inundándolo todo de cemento.
¡Como hecho de menos el verano!.
"el mono al que le gusta mirar el cielo"